LO QUE NO TE DICEN

Algunas personas «curadas», incluso muchos meses después, refieren que su vida ya no es la misma.

Sobrevivieron a la infección por Covid-19, pero no recuperaron completamente su salud.

Algunos pacientes, cuyas afecciones no fueron graves hasta el punto de requerir hospitalización, informan de «falta de aire» persistente, confusión mental, dolor de cabeza, fatiga muscular, dolor articular, pérdida persistente del olfato y daños en el corazón, los pulmones, los riñones y el cerebro.

Los daños al corazón y los pulmones también se encuentran en personas asintomáticas.

En esto momento, no tenemos una idea completa de las consecuencias de las formas leves y asintomáticas de la enfermedad, ya que el virus puede persistir como una infección latente, como la varicela, donde el virus permanece latente en el cuerpo y puede reaparecer periódicamente. emerger como culebrilla o convertirse en una infección crónica como la hepatitis C, causando daños a largo plazo.

Nadie sabe cuánto durarán los síntomas, si COVID-19 conducirá a enfermedades crónicas y si se pueden prevenir mediante los tratamientos suministrados en la fase aguda.

La anosmia (pérdida del olfato) es un síntoma frecuente en Covid-19, lo que indica que el virus ha entrado en el cerebro trepando por las vías olfativas.

No sabemos si se elimina o permanece latente, para volver a subir al cabo de un tiempo, en una especie de «síndrome de Lázaro», causando más daño.

La anosmia es un síntoma frecuente en la enfermedad de Parkinson y, a menudo, precede a la aparición de la enfermedad por muchos años.

La epidemia de encefalitis letárgica que se superpuso a la gripe española de la década de 1920 provocó que los sobrevivientes, después de muchos años, desarrollaran parkinsonismo postencefalítico.

La presencia de anticuerpos contra el coronavirus que causan el resfriado común se han encontrado en el líquido cefalorraquídeo de pacientes con enfermedad de Parkinson hace unos 20 años.

Contenido y bibliografía relacionada con la tesis:
Fazzini, E., Fleming, J. & Fahn, S. Cerebrospinal fluid antibodies to coronavirus in patients with Parkinson’s disease. Mov. Disord. 7, 153–158 (1992), supporting the link between viral infections and Parkinson’s disease.