VACUNA SI, VACUNA NO

Cuando un germen ingresa al cuerpo, provoca la formación de anticuerpos, que tienen una función de defensa específicamente contra este germen, similar a una llave con su cerradura.
Los anticuerpos, los cuales se denominan propiamente como inmunoglobulinas (Ig), se dividen en cinco tipos, según su función y distribución en los diferentes tejidos (IgA, IgD, IgE, IgG e IgM).
La prueba serológica para Covid busca la presencia de IgM (de formación rápida pero también rápida de desaparecer) e IgG (de formación más lenta pero más persistente con el tiempo). Se necesitan alrededor de 15 días para que se forme una cantidad suficiente de anticuerpos que pueda erradicar la enfermedad, la cual en este intervalo de tiempo puede manifestarse en toda su gravedad.
Sin embargo, el organismo conserva la memoria del germen con el que ha tenido contacto, y en caso de una infección posterior produce anticuerpos específicos de manera más rápida.
El uso de vacunas se basa en esta característica, poniendo al organismo en contacto con un virus o bacteria muerta o atenuada, o con una fracción de la misma, de tal forma que en caso de infección esta sea reconocida inmediatamente y la formación de anticuerpos que la neutralicen, comienza rápidamente.
La viruela y la poliomielitis se han erradicado por completo gracias a las vacunaciones masivas.
Dadas estas premisas, definitivamente se recomienda la vacuna, siempre que sea segura y eficaz.
Actualmente, la vacuna desarrollada por las empresas Pfizer y Biontech parece muy prometedora, aunque presenta algunos problemas críticos en cuanto al almacenamiento y distribución, solo estará disponible el próximo año y la emergencia es ahora.
VACUNA: TEMAS ABIERTOS
Para amortiguar la expectativa de ahorro, un artículo publicado el 10 de diciembre en el New England Journal of Medicine plantea algunas preguntas sobre aspectos desconocidos de las vacunas que se están estudiando para Covid-19, examinando el estudio preliminar de la vacuna Pfizer-Biontech.
https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMe2034717?query=RP
En particular, surge que:
- Solo unas 20.000 personas recibieron esta vacuna. ¿Podrían surgir problemas de seguridad inesperados a medida que el número aumenta a millones y quizás miles de millones de personas?
- ¿Surgirán efectos secundarios con un seguimiento más prolongado?
- Implementar una vacuna que requiera dos dosis es un desafío. ¿Qué sucede con el inevitable gran número de receptores que omiten la segunda dosis? – ¿Cuánto tiempo seguirá siendo eficaz la vacuna?
- ¿La vacuna previene enfermedades asintomáticas y limita la transmisión?
- ¿Y qué pasa con los grupos de personas que no estuvieron representados en este estudio, como niños, mujeres embarazadas y pacientes inmunodeprimidos de diversa índole?
Debido a estas preocupaciones, la FDA (la comisión estadounidense que examina la admisibilidad de los medicamentos en el mercado) ha autorizado el uso de esta vacuna con una opinión no unánime.
Ver también: Mutaciones de SARS-CoV-2
Ver también: Variante inglesa del virus
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